A pesar de las limitaciones y el riesgo de suspensión, la aplicación de mensajería ha facilitado la cercanía con las audiencias.
En 2016 La Prensa empezó a usar WhatsApp para distribuir contenidos, como parte de la cobertura especial de este medio a las elecciones generales de noviembre de ese año en Nicaragua. La idea del “experimento”, según la jefa de información digital Dora Luz Romero, era contarle a la gente en tiempo real, cómo se desarrollaban los comicios. Pero la aceptación fue tal que a la fecha han tenido que habilitar dos líneas telefónicas para enviar noticias a sus suscriptores.
WhatsApp no está pensado en absoluto para el beneficio de los medios de comunicación, de hecho el envío masivo de mensajes es una práctica de riesgo que podría conllevar a la suspensión temporal o permanente del servicio. A pesar de las limitaciones y los retos que esta plataforma representa, los medios de comunicación independientes en Nicaragua encontraron en ella una forma de tener una relación más “íntima” con sus lectores.
¿Y cómo no considerar como parte de una estrategia integral a la plataforma de mensajería más utilizada? En febrero de 2020, WhatsApp hizo público que habían alcanzado los dos mil millones de usuarios en todo el mundo.
En Nicaragua hasta 2020 la plataforma de datos y estadísticas Statista reportó 2.96 millones de usuarios activos en la aplicación de mensajería instantánea. Según el ranking, de los 23 países enlistados en Latinoamérica, Nicaragua se ubica en la posición número catorce, con más usuarios que El Salvador (2.88 millones), Panamá (2.79 millones) y Uruguay (2.55 millones).
“Decidimos que como medio queríamos ver cómo podíamos llegar a la gente, cómo integrarnos en ese ecosistema que usualmente se usa entre amigos y familiares, y ver cómo nos metíamos ahí para dar noticias”, apunta Romero sobre la estrategia de La Prensa.
Álvaro Navarro, creador y director de Artículo 66, tampoco empezó a usar WhatsApp para generar tráfico, lo hizo porque desde el medio producían un podcast que resumía las noticias más importantes del día y buscaban una vía directa para hacerles llegar el archivo de audio a sus seguidores y la aplicación de mensajería resultó ser la opción ideal. Cuando superaron los mil suscriptores supo que habían descubierto una nueva herramienta para interactuar con su audiencia.
Es un proceso manual y cansado
Lo que los lectores no saben es que detrás de cada mensaje o alerta noticiosa que les llega a su celular hay todo un proceso, que dependiendo de la cantidad de suscriptores, puede tornarse complicado. Y es que el desconocimiento de herramientas para administrar WhatsApp y los altos costos que estas pueden tener, han generado que los medios de comunicación nicaragüenses que usan esta plataforma para enviar contenidos, lo hagan de forma manual, desde un teléfono móvil, como cualquier otro usuario.
La persona interesada en suscribirse a las alertas envía un mensaje a la línea habilitada, el encargado de administrar el móvil almacena el contacto y lo agrega a una lista de difusión de mensajes. Antes de enviar una alerta se redacta un mensaje corto y descriptivo, y se acorta un enlace, luego el mismo mensaje se envía a cada lista de difusión por separado. A mayor cantidad de contactos y listas de difusión, el envío de una noticia de última hora puede hacer colapsar el smartphone.
“Nosotros hemos tenido que cambiar de teléfono como en tres ocasiones. Empezamos con un teléfono básico, porque creíamos ‘solo es para WhatsApp, no necesita de gran cosa, de gran capacidad’ pero de pronto nos dimos cuenta que se pegaba, entonces tuvimos que pasar a uno de alta gama y luego tuve que deshacerme de mi celular personal de gama alta para destinarlo al WhatsApp”, confiesa Navarro.
La administración de esta plataforma puede llegar a ser tan abrumadora que en La Prensa, temporalmente han optado por dejar de promover, en sus redes sociales, la invitación a suscribirse. “Cada que compartimos la nota e invitamos a la gente a suscribirse, la persona encargada de WhatsApp puede pasar días registrando nuevos números y agregándolos a las listas de envíos”, asegura Romero.
Usar una plataforma que no quiere que la uses
Mensajes automáticos, masivos o no deseados, uso de listas de contactos que no conoces y uso excesivo de las listas de difusión, son algunas prácticas “no deseadas” que podrían conllevar a la suspensión o eliminación de una cuenta de WhatsApp, varias de ellas, si no es que todas, son acciones que los medios de comunicación realizan cuando distribuyen noticias en esta aplicación, aunque sin conocimiento o malicia de por medio.
Para Romero la principal dificultad para los medios que utilizan la plataforma de mensajería como un canal más de distribución de sus contenidos es “que WhatsApp no hace la diferencia como ‘este es un medio de comunicación y esta es una persona mandando spam (contenido no deseado)’”. La Prensa ya ha experimentado la suspensión temporal de su línea de alertas noticiosas porque el comportamiento de los envíos le pareció sospechoso a la aplicación.
Quienes se aventuran a seguir utilizando esta vía de distribución, lo hacen porque los riesgos lo valen. A La Prensa WhatsApp le da más visitas al sitio web que los boletines que envía por correo electrónico, mientras para Artículo 66 representa la cuarta fuente de tráfico, después de las redes sociales.
Para sortear el riesgo de la suspensión, el medio se ha visto obligado a reformular su estrategia, disminuyendo la cantidad y frecuencia de los envíos y priorizando el contenido de mayor valor producido desde la redacción.
Por el contrario, Navarro aprovecha para enviar todo los artículos, sobre todo los de última hora, que Artículo 66 produce en el día, sin que hasta la fecha hayan tenido algún impedimento o bloqueo temporal.
WhatsApp es ideal para el reporte ciudadano
El acceso permanente de las personas al WhatsApp facilita la interacción de las audiencias con los medios, que a la vez que envían, también reciben información a través de la aplicación de mensajería. Esto además de representar una oportunidad para la retroalimentación, también facilita incluir los reportes ciudadanos en la agenda informativa.
Mientras en Facebook la gente envía más texto, en los mensajes que recibe Artículo 66 a través de WhatsApp predominan los recursos gráficos, que facilitan al medio obtener fotos y videos de zonas en las que no tiene cobertura o a los que, por cuestión de tiempo o motivos logísticos, no pueden llegar a tiempo.
En enero de 2020 Confidencial puso a disposición de sus lectores una línea de alertas informativas para distribuir sus contenidos a través de WhatsApp. En menos de un año, los suscriptores a la plataforma ya son más de 3700.
“La línea de alertas informativas de WhatsApp ha diversificado las vías de distribución de contenido y también ha surgido como un nuevo espacio de intercambio directo con la audiencia, algo que en otras redes de uso masivo se vuelve cada día más complejo”, valora Arlen Cerda, editora de Confidencial.
El WhatsApp de CONFIDENCIAL, a pesar de que se creó para enviar información, se ha convertido poco a poco en una línea de reporte ciudadano. En medio del temor de la población de hablar públicamente sobre temas que retan al Gobierno o son contrarios al discurso oficial, los suscriptores comparten sus testimonios sobre cómo viven la represión, el estado policial, la pandemia de la covid-19 y sus problemas cotidianos.
La apropiación de WhatsApp como plataforma de reporte ciudadano ha sido tal, que Canal 10 y Canal 12, dos canales de alcance nacional, han incorporado como segmento de sus noticieros estelares un espacio para compartir denuncias que sus televidentes envían.
Navegar en un mar de noticias falsas
A las líneas de WhatsApp de La Prensa “llega una cantidad de mensajes exagerada, todos los días (…) hay casos en los que envían tips noticiosos, pero hay veces que reenvían mucho contenido irreal, exagerado o falso que circula en otras redes sociales”, advierte Romero.
Aunque la plataforma tenga su utilidad para la distribución de contenido, también representa un gran problema pues facilita la distribución de noticias falsas.
Un estudio del Instituto Reuters publicado en junio de 2020 demuestra que la dispersión de noticias falsas a través de Whatsapp mermó la confianza de las personas en esta plataforma como manera de consumir noticias.
Según el documento, el 40% de las personas encuestadas dijo no tener confianza alguna en las noticias que circulaban por esta red, mientras que un 24% sí tenía cierto grado de confianza.
Desde el inicio de la pandemia, la confianza en los medios de comunicación locales se mantuvo en un 44%, pero aumentó el consumo de información en grupos de Facebook y otras redes sociales “lo cual pone más presión sobre los medios y sus modelos de negocio”, se lee en el documento.
El Instituto Reuters realizó una encuesta en 40 países y en lugares como Brasil, Chile o México la gente mostraba más preocupación por la difusión de noticias falsas a través de aplicaciones de mensajería, especialmente Whatsapp.
Y es que la plataforma tiene una particularidad: envía mensajes encriptados entre sus usuarios lo que hace más difícil la detección de la información que pueda manipular o contar hechos distintos a los que realmente ocurrieron.
Para contrarrestar la propagación de esta información falsa, Whatsapp tomó una serie de medidas que ayudarían a controlar la cantidad de información que se propagaba desde la plataforma.
Así, pues, limitó la cantidad de veces que se podía reenviar un mensaje desde su plataforma y habilitó su propio método de verificación de noticias colocando un símbolo de lupa al lado de los mensajes que han sido reenviados muchas veces para que cada usuario pudiera hacer su propia verificación.
La misma red social, alerta a sus usuarios que verifiquen la información que les es reenviada, que corroboren con otras fuentes y que, además, tengan mucho cuidado a la hora de compartir imágenes, videos o audios que les lleguen dentro de la plataforma.
“Los archivos de imagen, video y audio pueden ser editados para intentar engañarte. Corrobora los hechos de una historia a través de sitios de noticias confiables. Cuando una historia se publica a través de diversos sitios confiables, hay más probabilidades de que sea cierta”, advierte la plataforma a sus usuarios en su sitio de preguntas y respuestas.
Los medios contra las noticias falsas
En Nicaragua los medios de comunicación decidieron destinar esfuerzos para tratar de contrarrestar la gran cantidad de información falsa promovida por usuarios y por la maquinaria propagandística del régimen de los Ortega Murillo.
En el 2018, La Prensa, el diario más grande y viejo del país comenzó con esta iniciativa para combatir la desinformación que circulaba en redes sociales a raíz de la crisis de abril de 2018.
Según una investigación, en los últimos tres años en el país hubo al menos seis iniciativas de verificación de noticias falsas.
Pero algunos no pudieron continuar con esos esfuerzos, principalmente por un tema de costos. Según la investigación, “NoAgarrésVara”, una expresión popular que sirvió de nombre para verificar noticias en el medio digital 4to Mono, no continuó por falta de personal.
De igual manera, el medio digital La Lupa suspendió la verificación de noticias. Maryórit Guevara, fundadora del medio digital, expresó que sus esfuerzos de verificación siguen siendo parte del proyecto, sin embargo, esperan este año retomar con más fuerza la verificación desde las redes sociales.
Guevara argumenta que son un medio pequeño, están compuestos por un equipo de siete personas y a veces deben “priorizar”, ciertos temas.
Pero a pesar de todos esos esfuerzos, las noticias falsas en las redes sociales siguen creándose y difundiéndose entre las millones de cuentas de Whatsapp y compitiendo con la información real que comparten los medios de comunicación.
Moisés Urbina, Vladimir Vásquez
Este artículo se publicó originalmente en Confidencial