En YouTube, medios independientes intentan hacerse espacio, tras ser vetados de la televisión por la censura oficial que los mantiene en la mira.
La periodista Lucía Pineda Ubau jamás se imaginó que, tras la expulsión de la frecuencia de 100% Noticias de la televisión nacional y el sistema de cable, o la ocupación de las instalaciones del canal y el encarcelamiento de ella y Miguel Mora en diciembre de 2018, algo peor podría sucederle a este medio de comunicación, que documentó la Rebelión de Abril. Sin embargo, pasó: la embestida del régimen saltó del plano físico al digital. Tras ser vetados de la televisión tradicional, los medios de Nicaragua en YouTube buscan generar ingresos y enfrentan los intentos del Gobierno y sus simpatizantes para denunciarles y provocar el cierre de sus canales.
“Ellos quieren hacer con nosotros tierra arrasada: ‘voy arrasar con vos’, ‘te voy a desaparecer como medio de comunicación’. Eso es lo que pretendían: desaparecernos como medio de comunicación. No lo pudieron hacer cuando nos echaron presos, nos confiscaron el edificio. Nosotros comenzamos a trabajar nuevamente. Estábamos vivos desde el punto de vista informativo, dando la batalla allí en las plataformas, entonces comienzan a realizar esta parte (las denuncias por derecho de autor) para desaparecer al medio en las plataformas digitales”, afirma la periodista y actual directora del medio de comunicación.
Tras la confiscación de las instalaciones de 100% Noticias, el medio de comunicación migró a las plataformas digitales para mantenerse activo y continuar informando a la población, pero esta transformación no ha sido fácil.
“Es bien notorio que las tarifas (de publicidad) son menores, entonces lo que hay que hacer como estrategia es que tengas varios (clientes), aunque tengas precios bajos, esto es buscar el volumen ante el ingreso bajo, ante la tarifa baja que te ofrecen, es diferente. Tenés que buscar volumen para apostar por más anuncios para llegar a la meta”, explica.
Al igual que 100% Noticias, los medios de comunicación en Nicaragua han migrado a las plataformas digitales, como YouTube, en un búsqueda de subsistencia. Por un lado forzados a estar donde se encuentran sus audiencias, y por el otro como una manera de generar ingresos, tras la caída estrepitosa de la publicidad en el país.
¿Dónde quedan los ingresos?
La iniciativa SembraMedia, que capacita a emprendedores digitales de medios de comunicación en Latinoamerica, calcula que hoy solo el 41% del total de los ingresos de los medios es por publicidad contratada de forma directa.
Mientras, un 11.8% de ingresos se reciben por Google AdSense, el programa de monetización del gigante del internet Google; otro 11.6% llega a través de donaciones hechas por fundaciones y subsidios; un 11.5% por donaciones de individuos, y un 10.4% por servicio de contenido, diseño o tecnología.
Con la llegada a escena de las redes sociales, los medios de comunicación se vieron forzados a diversificar sus fuentes de ingresos, que antes dependían exclusivamente de la publicidad tradicional.
Las redes sociales ampliaron el alcance de los medios de Nicaragua a nuevas audiencias, incluso más allá de las fronteras, y luego también accedieron a la monetización de contenidos. Pero no todo ha sido positivo. A cambio, estas plataformas —que hoy son gigantes de comunicación— se han quedado con casi todos los ingresos por publicidad.
Según datos de la plataforma MarketingLand, solamente en Estados Unidos, las plataformas Facebook, Google y Amazon, se quedan con el 70% de la publicidad que gastan las empresas.
Sobre Nicaragua, específicamente, no hay datos similares que puedan demostrar el alcance que han tenido las redes sociales en el acaparamiento de los ingresos publicitarios. Lo que sí está demostrado, es que son pocos los medios de Nicaragua que logran negociar directamente su publicidad y a cambio, muchos emergentes dependen de los ingresos que les dan las redes sociales.
“No hemos recibido ni un dólar”: Las dificultades de monetizar
Un celular, un micrófono y muchas ganas de seguir informando eran todos los insumos que tenían los periodistas Héctor Rosales, Leticia Gaitán, Yeltsin Espinoza y Gerall Chávez cuando decidieron crear “Nicaragua Actual”, un espacio informativo que nació en medio del exilio de más de 100 000 nicaragüenses en Costa Rica. Ellos mismos son parte de esos cien mil exiliados que dejaron el país huyendo de la persecución política que el régimen orteguista incrementó tras la matanza y represión de 2018.
El medio de comunicación, creado en febrero de 2019, a pesar de que tuvo buena aceptación entre la audiencia, no logró generar ingresos para mantenerse y, cuatro meses después de haber arrancado, se vio obligado a lanzar un S.O.S (a través de una transmisión en vivo) para poder seguir operando.
“No nos da pena decirlo: nosotros le pedimos a la gente y así fue como pudimos comprar micrófonos y equipos para seguir informando… ya no podíamos seguir, teníamos que pagar casa, comida”, confiesa Gerall Chávez, productor y cofundador de Nicaragua Actual.
Hace más de un año, recibieron la autorización para monetizar sus videos en YouTube, pero aún no han podido retirar ni un dólar de lo que les ha generado la publicidad en sus videos, porque no cuentan con un código de autenticación.
“Nosotros promovemos el canal de YouTube con la esperanza de que algún día vamos a poder retirar ese dinero. Pero no hemos podido depender de los ingresos por anuncios en YouTube”, lamenta Chávez.
El camino para monetizar en YouTube, la plataforma de videos de Google, no es sencillo. Se requiere contar con más de 1000 suscriptores, tener más de 4000 horas de reproducción de video en los últimos 12 meses, y vivir en un país donde esté disponible el programa de socios.
Si se cumplen todos los requisitos, lo siguiente es presentar una solicitud ante la plataforma y esperar al menos un mes para recibir una respuesta. Después, se debe esperar otro mes para empezar a cobrar si ya se han generado por lo menos 100 dólares, y los videos publicados antes no generan ingresos retroactivos.
No hay certeza sobre cuánto paga YouTube por la publicidad que se ve en los videos de los creadores de contenido. Ni se conoce a detalle cómo asigna o limita los ingresos. Algunos cálculos en internet sugieren que por cada mil vistas de un anuncio publicitario, un productor de contenido puede recibir hasta 18 dólares, pues cada vista representa unos 18 centavos de dólar o un mínimo de tres centavos. Sin embargo, estos cálculos dependen de diferentes factores, incluyendo el origen geográfico de las audiencias y el costo del anuncio insertado por la plataforma. A detalle, YouTube nunca ha revelado sus cálculos para determinar cuánto se le paga a cada creador de contenido.
Los videos de La Lupa: denunciados por troles
Maryórit Guevara, periodista y fundadora del medio digital La Lupa, comenta que sus ingresos por redes sociales son tan bajos que no alcanzan para ayudar a la sostenibilidad del medio. La Lupa también surgió desde el exilio por la persecución del régimen. Guevara dejó Nicaragua después de varias agresiones, que incluyeron pintas contra su vivienda y amenazas en redes sociales.
Para poder pagar los gastos de La Lupa, Guevara asegura que el equipo ha recurrido a impartir talleres, cursos y generar contenido patrocinado. Además tienen a una persona encargada de buscar ingresos a través de ventas directas.
“Hay personal que ha estado ad honorem, porque no hay plata. Mucho del tiempo que dedicamos es voluntario porque no hay dinero, con la esperanza de que a futuro logremos consolidarnos y sostener una planilla mínima”, explica.
En monetizar los videos producidos, La Lupa, como muchos otros medios de Nicaragua en YouTube, no ha tenido éxito.
“Estar produciendo videos es un poco más difícil (…), se nos ha complicado un poco. Ahora te enfrentás a todos los troleros que te puede hacer cualquier persona, no solo los que están con la dictadura. Reportan los videos”, reclama. Meses atrás, Facebook les había activado la opción de monetizar, pero después de varios reportes contra las publicaciones de La Lupa les desactivaron la opción. “Y dicen que una vez que te la quitaron ya no te la devuelven”, lamenta.
En YouTube, la historia es similar. La Lupa cumple este 31 de enero dos años de haberse unido a la plataforma, y todos los videos en los cuales aparece el mandatario Daniel Ortega son reportados, de tal manera que —aunque sean los más populares— no pueden recibir ningún tipo de ingreso por ellos. Además, tampoco han alcanzado la audiencia mínima para solicitar su monetización.
Janine Warner, fundadora de SembraMedia, explica a CONFIDENCIAL que, en las redes sociales, los medios de comunicación “juegan” bajo las mismas reglas que los demás generadores de contenido. Por ende, comenta, están expuestos a las mismas problemáticas, incluyendo el cierre de sus espacios informativos si reciben tres penalizaciones.
“Hemos visto, no solo en Nicaragua, pero particularmente en Nicaragua, que periodistas que informan desde las redes sociales reciben denuncias y pierden sus cuentas por días, meses o a veces no las recuperan”, detalla Warner, quien desde su plataforma ha tratado de ayudar a que los periodistas afectados puedan recuperar sus cuentas bloqueadas por las redes sociales.
“Hemos usado nuestras conexiones para respaldar a estos periodistas. Cuando sabemos que periodistas, con buena fama, pierden estos canales, tratamos de usar nuestras conexiones para validar y que puedan renovarlos en estas compañías. Nunca hay garantía”, señala.
Nicaragua Investiga: Un caso de éxito
Crecer, posicionarse y generar suficientes ingresos en plataformas digitales para subsistir, es un proceso que a los creadores de contenido les puede tomar años, pero la periodista Jennifer Ortiz y Nicaragua Investiga lo lograron en meses. Nicaragua Investiga, que nació en junio de 2018, logró en menos de un año cumplir con los requisitos y volúmenes de reproducción de videos para poder generar ingresos.
Para medios con más años, o que cuentan con otros ingresos que pueden incluir publicidad tradicional, los ingresos por publicidad que paga YouTube no harían diferencia, pero para el pequeño equipo de Nicaragua Investiga fue crucial.
“Nos sorprendió cuando nos aprobaron y, cuando llegó nuestro primer pago, no queríamos ir a una agencia, porque no creíamos que nos habían enviado dinero, que eso (monetizar) podría pasar”, narra Ortiz, quien sigue viendo a YouTube como la plataforma central de su medio, que ahora cuenta con un sitio web y se extiende por diferentes redes sociales.
Además de considerar a YouTube como su plataforma para generar ingresos, Nicaragua Investiga destaca que esta plataforma les da la libertad de crear contenido sin ataduras a intereses económicos con empresarios, un riesgo que estima que se corre cuando se pacta publicidad con empresas privadas.
Ortiz, quien antes trabajó en varios medios de comunicación, incluyendo canales de televisión, es modesta sobre el éxito de Nicaragua Investiga. Sin embargo, en solo dos años y medio, Nicaragua Investiga se ha posicionado como el cuarto canal independiente de Nicaragua con más suscriptores en YouTube.
La periodista valora que la clave para tener videos con más de dos millones de reproducciones, y alcances que superan a medios de vieja data en el país, ha sido crear contenido diferente, y reinventarse cada vez que alguien copie su estilo.
Nicaragua Investiga ya supera los 140 000 suscriptores en YouTube, solamente superado por tres canales independientes: 100% Noticias, que cuenta con más de 200 000; Confidencial, con más de 250 000, y Canal 10, que se ubica en primera posición con más de 430 000 suscriptores.
La censura televisiva
En un acto de censura contra los programas de televisión de debates y entrevistas y un nuevo ataque a medios independientes de la televisión nicaragüense, el régimen de Daniel Ortega, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), impuso la censura televisiva a los programas Esta Semana y Esta Noche, dirigidos por el periodista Carlos F. Chamorro, y el programa Danilo Lacayo en Vivo, transmitidos hasta enero de 2019 en Canal 12, medio que hoy además enfrenta un embargo millonario de la Dirección General de Ingresos (DGI), que amenaza con una subasta que lo obligaría a cerrar definitivamente.
Dos años más tarde, el régimen mantiene la censura televisiva y sostiene una escalada represiva contra la libertad de prensa, confirmada por organismos nacionales e internacionales de derechos humanos.
Actualmente, los programas Esta Semana y Esta Noche únicamente se transmiten en línea, a través de Facebook Live y el canal Confidencial Nica, en YouTube.
De 2018 a la fecha, el canal de Confidencial en YouTube ha tenido un crecimiento importante, pasando de 20 000 suscriptores a principios de 2018 a más de 60 000 en el primer semestre del mismo año, en un crecimiento sostenido en 2019 y 2020, hasta sumar 253 000 suscriptores a inicios de 2021. Sin estudio ni equipos, tras el asalto y ocupación de sus oficinas en diciembre de 2018, parte del equipo también tuvo que exiliarse para resguardar su integridad física y libertad ante la persecución del régimen.
Sin embargo, la producción de Confidencial, Esta Semana y Esta Noche se mantuvo ininterrumpida y con calidad, produciéndose desde el exilio de su director Carlos Fernando Chamorro y su productor Elmer Rivas, en San José, Costa Rica, y miembros del equipo que permanecieron en Nicaragua o desde El Salvador, Estados Unidos y México. Chamorro ha destacado el apoyo excepcional de Teletica, que les facilitó condiciones y apoyo logístico para la producción y transmisión de los programas.
En diciembre de 2020, a dos años del asalto a CONFIDENCIAL, Chamorro escribió: “Seguimos demandando la suspensión del estado policial, la liberación de todos los presos políticos, y el cese de la censura y la persecución contra el periodismo independiente. A pesar de la ocupación física de nuestra redacción, nunca nos callaron, ni podrán impedir con la nueva “Ley Mordaza” que sigamos fiscalizando el poder, investigando y denunciando la corrupción”.
Hoy los programas también se difunden a través de una red colaborativa que incluye a radios nacionales y locales y medios aliados como Artículo 66, Onda Local, Radio Corporación, La Costeñísima, Radio Darío, Radio Camoapa, entre otros. Sin embargo, los ingresos publicatarios siguen siendo limitados.
Los ingresos a través de YouTube son muy inferiores en comparación a los que pueden obtener medios que operan en la televisión abierta, vendiendo publicidad comercial en los horarios de mayor audiencia. Las reglas de YouYube, que impiden insertar spots comerciales, implican una drástica reducción de ingresos, limitando los recursos económicos para la sobrevivencia de los medios de comunicación.
El reclamo de contenido de los medios orteguistas
El régimen, sin embargo, también ha encontrado nuevas artimañas en su persistencia de imponer la censura: de forma dirigida, sus medios afines denuncian contenido de los medios independientes, alegando derechos de autor. Los reclamos de contenido incluyen actos oficiales que se transmiten de forma exclusiva por el estatal Canal 6 y los medios de la familia presidencial: un emporio mediático que abarca cinco canales más de televisión.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ha documentado la oleada represiva contra la prensa independiente en Nicaragua, que incluye acoso, amenazas, vigilancia y encarcelamiento. Asimismo, el cierre y confiscación de medios y la censura televisiva y a través de quejas sobre violaciones de derechos de autor de parte de los medios oficialistas.
En marzo de 2020, Canal 4, propiedad de la familia Ortega Murillo, hizo unas 50 reclamaciones por derechos de autor contra el canal de 100% Noticias en YouTube. Debido a que el máximo de penalizaciones permitidas en esta plataforma es de tres, el bloqueo de 100% Noticias, con más de 194 000 suscriptores (en ese momento) fue inminente.
Los videos por los que Canal 4 denunció a 100% Noticias eran comparecencias de Daniel Ortega y correspondían a años previos al estallido social de 2018. La periodista y directora del medio, Lucía Pineda Ubau, denuncia que fue un reclamo ilógico, porque por usar “la figura de Ortega como presidente de la República no debería haber ningún tipo de reclamación”, porque son imágenes públicas en actos donde, además, se prohíbe el acceso a la prensa independiente.
En un artículo publicado en mayo de 2020, la corresponsal de CPJ para Centroamérica, Dánae Vílchez, también documentó cómo Confidencial ha tenido que impugnar reclamaciones sobre violación de derechos de autor, que igualmente fueron por imágenes de discursos presidenciales.
El reclamo, registrado en junio de 2019, provino de Canal 13, otro canal propiedad de la familia Ortega-Murillo, que se atribuye la propiedad de los videos oficiales como recurso para los reclamos.
“Hemos investigado qué fue lo que impidió la transmisión de la semana pasada, y hoy podemos confirmar que nuestro programa y ConfidencialNica fueron objeto de un intento de censura en las redes sociales, promovido por los canales televisivos de la dictadura Ortega-Murillo”, confirmó Carlos Fernando Chamorro en junio de 2019.
El periodista Elmer Rivas, productor de los programas Esta Semana y Esta Noche, detalló a CPJ que “si ellos (los medios oficialistas) publican videos de algo que debe ser público —por ejemplo, los discursos del presidente— lo hacen como si fuera una producción privada y lo reclaman como propio”.
“La censura va de la esfera física, donde no nos dejan entrar a los actos públicos, a la digital, donde nos quieren sacar de YouTube”, agregó Rivas.
Chamorro, por su parte, declaró a través de una transmisión en redes sociales y de Confidencial que “nuestra defensa ante YouTube no ha sido para disputar derechos de propiedad intelectual o derechos comerciales de terceros, que siempre respetaremos, sino para derrotar la censura de la dictadura, y para hacer valer el principio de libre acceso a la información pública que es un derecho constitucional de todos los ciudadanos”.
El riesgo de que plataformas independientes “se apaguen”
El Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, advierte, en declaraciones a CONFIDENCIAL, que “en la medida en la que solo esté presente la voz oficial, hay una captura institucional del debate público”.
“Mientras el parlante de la voz oficial es un parlante permanente y de alto alcance, el parlante o las plataformas a través de las cuales se cuestiona ese actuar oficial se va apagando, se va disminuyendo”, alerta el relator especial.
Todas las redes sociales permiten que cualquier persona pueda hacer un reclamo por derechos de autor de un contenido que se encuentra en internet, pero la maquinaria propagandística del régimen orteguista ha llevado los reclamos por derechos de autor a niveles que le permite censurar a las plataformas que no son de su agrado.
En este “complejo y cada vez más hostil panorama”, advertido por la CIDH, las plataformas digitales permitieron a los medios fuera del control estatal saltarse el cerco de la censura para poder seguir informando.
Desde la rebelión ciudadana de abril de 2018, en Nicaragua han surgido más de veinte plataformas informativas. Sin embargo, la maquinaria del régimen ha encontrado en las denuncias de copyright un arma para censurar y boicotear a los medios independientes.
Lucía Pineda Ubau reconoce que “ahorita el único medio de subsistencia, de existencia, de visualización, que tiene 100% Noticias, es su página web, su canal de YouTube y las otras redes sociales”, y alerta: “Nos bloquean esas plataformas de difusión de información, y nos dejan manos arriba”.
Moisés Urbina / Vladimir Vásquez
Este artículo se publicó originalmente en Confidencial