Periodistas de Nicaragua, Moldavia, Bielorrusia y Ucrania se han unido en torno a un proyecto transfronterizo para analizar con qué problemas se enfrentan y cómo sobreviven los medios independientes en la era de los monopolios digitales y del autoritarismo creciente. Alerta de espóiler: a pesar de los distintos idiomas, regiones e incluso continentes, la situación en la que se encuentran los medios es muy similar.
El dominio de las corporaciones digitales gigantes, su increíble influencia en el consumo de información y la constante monopolización del espacio digital suscitan cada vez más preguntas tanto por parte de los usuarios como de los reguladores. Los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Australia intentan detener mediante la legislación el crecimiento incontrolado de la influencia del así llamado BigTech (las grandes corporaciones digitales como Google y Facebook). En los Estados Unidos están examinando un proyecto de ley antimonopolista; Аustralia ha adoptado una ley que obliga a Google y Facebook a pagar a los medios por la utilización de sus contenidos; en Francia los medios de comunicación han conseguido de Google cоmpensaciones por un valor de 100 millones de euros. Es decir que existe una reacción al crecimiento del BigTech, pero su éxito es dudoso. Incluso en el caso de Francia y Australia, numerosos expertos opinan que en las transacciones con el BigTech primero salen ganando las grandes empresas mediáticas, en lugar de los pequeños medios independientes pequeños y medianos.
Únicamente los países con una fuerte democracia pueden contar con el apoyo del Estado en este ámbito. Allí donde el periodismo independiente está sometido a la presión por parte de regímenes autoritarios y oligarcas, la supercentralización del mercado digital en manos de unos actores importantes crea problemas suplementarios. En esos países el gobierno sabe utilizar las exigencias no transparentes y los algoritmos de las plataformas gigantes para ejercer presión sobre los medios de comunicación independientes. De esta forma, el periodismo se halla en una situación en que para el BigTech es a la vez un enemigo y un amigo. Porque las plataformas de las corporaciones digitales extranjeras son para ellos la única variante para competir de algún modo con los medios del Estado y de los oligarcas.
Cuatro medios — Confidencial, Ziarul de Gardă, Еuroradio y hromadske — decidieron aunar sus esfuerzos para hablar de un problema global a partir de la experiencia regional.
Nicaragua: las complicaciones de la monetización y la censura
Después de las protestas masivas de 2018 en Nicaragua y de la represión política, la persecución de periodistas por el régimen de Daniel Ortega alcanzó una enorme escala. A pesar de los ataques, los medios independientes han seguido trabajando. Pero han tenido que pasar de las plataformas tradicionales a las digitales. La periodista y directora del canal de noticias 100% Noticias Lucía Pineda Ubau cuenta que, después de la exclusión del canal de la difusión, la confiscación de las instalaciones y su encarcelamiento y el de sus colegas, su canal se ha pasado a YouTube. Así intentan mantener el contacto con su público y monetizar sus contenidos. Lucía explica que «en este momento, los únicos medios de existencia que garantizan el trabajo y el material visual de 100% Noticias, es la página web, el canal en YouTube y en otras redes sociales».
Las plataformas gigantes, por una parte, permiten a los medios independientes ir trabajando en los países con un régimen no democrático, pero, por otra, sitúan a esos medios al borde de la supervivencia financiera, recaudando la mayor parte de los ingresos publicitarios. Según datos de la plataforma MarketingLand, solo en Estados Unidos, Facebook, Google y Amazon se quedan con el 70% de los fondos que las empresas gastan en publicidad. Se desconoce cuánto dinero publicitario paga y cobra YouTube, plataforma de la empresa Google, en Nicaragua. YouTube nunca ha desvelado los detalles de sus cálculos, para que se pueda determinar cuánto pagan a cada creador de contenido.
Los bajos ingresos por publicidad no son el único problema con el que se enfrentan los medios independientes en YouTube. Las reglas de la plataforma no tienen en cuenta las especificidades mediáticas de países como Nicaragua y el régimen de Daniel Ortega lo utiliza activamente, logrando la desmonetización y el bloqueo de medios populares en YouTube. La televisión estatal y los medios pertenecientes a la familia del presidente, se quejan regularmente del contenido de los medios independientes, reclamando derechos de autor. El truco está en que solo los canales favorables al régimen tienen derecho a mostrar los actos oficiales; los medios independientes simplemente no tienen acceso a ellos. Se presentan denuncias contra los medios de comunicación independientes que utilizan vídeos del presidente y YouTube bloquea los vídeos, sin tener en cuenta la situación del país.
El año pasado el canal de 100% Noticias que cuenta сon 194.000 suscriptores fue bloqueado por las fuerzas del difusor favorable al estado. Canal 4, que pertenece a la familia Ortega-Murillo, presentó al medio unas 50 denuncias por infracción de derechos de autor en YouTube. La cantidad máxima de strikes que se permiten en YouTube es de tres. Después el bloqueo resultó inevitable.
«Nos bloquean estas plataformas de difusión de información, intentando que nos rindamos y salgamos con las manos en alto», concluye la directora del canal Lucía Pineda Ubau.
Para más detalles sobre las posibilidades y problemas de YouTube en Nicaragua consultad el material Confidencial (en español).
Moldavia: dominio del mercado y publicidad política no deseada
En Moldavia, como en todo el mundo en general, Google domina en el mercado de la publicidad en línea. La compra directa de banners a los medios de comunicación es ya muy poco habitual. La publicidad aparece sencillamente en las páginas web con el servicio activado de Google AdSense de acuerdo con los parámetros geográficos y contextuales que elige el publicista.
Para los políticos, sobre todo los corruptos, esta variante de publicidad en línea es preferible. En Moldavia, Google no proporciona datos transparentes sobre la publicidad política, pero los medios, las organizaciones sin ánimo de lucro y los órganos reguladores no pueden comprobar qué cantidad de dinero ha gastado un político para su promoción a través de la plataforma gigante. En un país con un alto nivel de corrupción como Moldavia, los banners no subordinados de los políticos corruptos son un grave problema.
En las elecciones de noviembre de 2020, estos banners empezaron a aparecer profusamente en las páginas web de medios independientes. La página web de la publicación de investigación Ziarul de Gardă fue literalmente inundada de banners, a pesar de que la redacción se niega por principio a tener publicidad política. Es posible bloquear un determinado tipo de publicidad si se la marca como indeseada en la plataforma Google AdSense, pero recientemente las empresas que pagan por publicidad en Google, encuentran modos de entrar en las páginas web a pesar del bloqueo de las opciones de publicidad preelectoral o política, explica Ziarul de Gardă. Fue necesario bloquear los banners manualmente, lo cual exigió tanto tiempo y esfuerzo que al final a la redacción le resultó más sencillo renunciar a Google AdSense y perder esta fuente de ingresos.
Piotr Makovéi, director de la Аsociación de Prensa Independiente de Moldavia, opina que los medios deben iniciar un diálogo con las grandes empresas como Google, para alcanzar la responsabilidad y la transparencia de la publicidad.
«Muchos políticos han entendido que pueden penetrar en las plataformas que no simpatizan con ellos porque estos políticos son corruptos y deshonestos. Han encontrado el método y el truco para penetrar de todos modos en estas plataformas mediáticas. Y así es como surgió otro reto para los periodistas y las instituciones mediáticas que deben tener cuidado de que las plataformas en las que han invertido esfuerzos durante años y que gozan de una buena reputación y de la confianza de los ciudadanos, no sean utilizadas por los políticos con fines preelectorales», dice Makovéi.
Sobre la publicidad política, los medios independientes y Google, consultad el artículo Ziarul de Gardă en ruso o en inglés.
Bielorrusia: «el tercer mundo digital» y la lengua «menor»
Actualmente, en Bielorrusia las relaciones con las corporaciones digitales no son sencillas. Después de los resultados falsificados de las elecciones presidenciales de agosto de 2020, los bielorrusos aparecieron en una nueva realidad digital. «Gracias» a la corporación estadounidense Sandvine, que proporcionaba sus tecnologías a las autoridades bielorrusas, durante las duras dispersiones de las protestas pacíficas en el país, se desconectó completamente internet durante tres días, y decenas de páginas web informativas fueron bloqueadas. Para los medios independientes, los blogueros y los activistas fue difícil difundir la información y los testimonios de estas duras dispersiones. Solo después de la investigación de Bloomberg y de las protestas ante el edifico Sandvine en San Francisco, la empresa estadounidense rescindió el contrato con las autoridades bielorrusas.
Según el medio de comunicación independiente bielorruso Еuroradio, el problema está en que para las corporaciones digitales Bielorrusia aparece como un país del «tercer mundo digital». Bielorrusia está tan lejos que en principio les cuesta imaginar lo que allí sucede. Además, observa la editorial, el pequeño mercado bielorruso no suele ser considerado individualmente por el BigTech global.
Las plataformas gigantes no tienen oficinas en Bielorrusia. Todos los problemas deben ser resueltos con Moscú. Esto es un problema añadido para aquellos que crean los contenidos YouTube en lengua bielorrusa, que son, en gran parte, medios de comunicación y blogueros independientes pequeños y medianos. La lengua bielorrusa es considerada en Google «lengua menor»; los vídeos en bielorruso se limitan a la promoción de pago. Como explicaron en la oficina de Moscú, Google, una de las corporaciones más importantes del mundo, no puede permitirse apoyar las lenguas «menores». Los medios estatales se aprovechan de la situación: trabajan mayoritariamente en ruso y promocionan activamente sus vídeos publicitarios.
La oficina en la Federación Rusa se ocupa también de las cuestiones relativas al bloqueo de contenidos. Las negociaciones con la plataforma exigen mucho tiempo, y no se consigue explicar los criterios claros del bloqueo. «Hemos suprimido para siempre su canal de YouTube. En el futuro no podrán tener acceso a otros canales de YouTube, tenerlos en propiedad o crearlos, éste fue el mensaje que recibió la redacción de la página web bielorrusa Reform.by. «Los intentos por aclarar los motivos del bloque no dieron resultado, y de este modo todo el archivo de vídeos de la redacción fue eliminado», explica el equipo de Reform.by. Desde agosto de 2020, el proyecto publicó regularmente vídeos con protestas callejeras.
Tras varios días de negociaciones, YouTube restableció la cuenta, sin explicar los motivos. Pero un bloqueo de incluso varios días es un fuerte golpe para un pequeño proyecto.
Para más detalles sobre la situación con las corporaciones digitales en Bielorrusia, consulten el material Еuroradio (en ruso).
Ucrania: la falta de transparencia de las decisiones y la insuficiencia de moderadores
La falta de transparencia de los algoritmos y decisiones adoptadas por las plataformas son uno de los principales problemas del BigTech en general. «Cuanto menos explican, mejor les va, no vaya a ser que una u otra organización mediática empiece a llevarlos a los tribunales por un bloqueo injusto, y existirán menos pruebas para el juicio», explica Vadim Gudyma, experto ucraniano del Laboratorio de la seguridad digital.
Los medios independientes ucranianos, como las redacciones en todo el mundo, han apostado a menudo por la promoción de su contenido en Facebook. En Ucrania, donde para los medios independientes no es fácil competir con las empresas mediáticas ricas vinculadas a oligarcas, la retirada o el bloqueo de los contenidos en Facebook puede provocar graves problemas. Un bloqueo durante un par de días significa la pérdida de actualidad del reportaje, el abandono del público y la inutilidad de los recursos gastados en vano.
La agencia de desarrollo de los medios locales Аbo se ocupa aproximadamente de 50 publicaciones en línea en distintas ciudades de Ucrania. En julio de 2020 fueron bloqueadas once páginas de Facebook de las publicaciones subordinadas. Se podía entrar en su página de Facebook, pero la mayor parte de las publicaciones que contenían un enlace a una página web fueron retiradas, y no se consiguió publicar nuevos mensajes con materiales y noticias desde las páginas web de las publicaciones.
La Agencia de Desarrollo de Medios Locales de Abo se ocupa de unas 50 publicaciones en línea en diferentes ciudades de Ucrania. En julio de 2020, se bloquearon 11 páginas de Facebook de las publicaciones subordinadas. Era posible acceder a su página de Facebook, pero la mayoría de las publicaciones que contenían un enlace al sitio fueron eliminadas, y no se pudieron publicar nuevas entradas con materiales y noticias de los sitios web de las publicaciones.
La agencia escribió al servicio de ayuda de Facebook, pero unos días después de la comunicación se logró restablecer solo una de las páginas bloqueadas. Сon la ayuda de un experto en derecho mediático y con cartas a la representación de Facebook se consiguió por fin eliminar el bloqueo, pero hasta ahora se ignora por qué sucedió: en Facebook dijeron solo que fue un bloqueo automático por un bot. «Durante este tiempo no pudimos obtener el tráfico que teníamos antes. Esto fue bastante estresante para nosotros; los periodistas se desmotivaron por la pérdida de espacio para la difusión de los materiales», dice la mentora de la agencia Gayane Avakian.
Las redes sociales para los medios son, entre otras cosas, una fuente para el tráfico en la página web. Si desaparece una parte de este tráfico, desaparece también una parte de la publicidad y, por lo tanto, del dinero.
Está claro que los bots no pueden detenerse en las particularidades: los medios se enfrentan constantemente a bloqueos extraños. Desgraciadamente, no siempre ayudan los moderadores. Ser moderador regional de Facebook es un trabajo duro y mal remunerado. En una semana un moderador evalúa cerca de 1.500 publicaciones. Tarda unos 30 segundos en tomar la decisión de eliminarlas. Simplemente los moderadores no tienen tiempo de entrar en los matices de las publicaciones: es más sencillo bloquearlas para no dejar pasar algo realmente problemático. Tampoco ayuda la ausencia de representación de la empresa en Ucrania: las negociaciones con las oficinas extranjeras requieren mucho más tiempo, y los medios locales son desconocidos para dichas oficinas.
La consolidación de los medios independientes podría ayudar a resolver el problema, opina Natalia Tíjonova, ex redactora de las redes sociales rusófonas hromadske: «Ya sabemos qué podría hacer Facebook: aumentar el número de moderadores, permitir la creación de páginas de tipo «medios de comunicación» en ucraniano, abrir una representación en Ucrania. ¿Cómo conseguir que nos oigan? Por lo visto, es indispensable actuar ante los gigantes Tech en un frente único, porque las voces de los representantes de cada medio independiente se pierden. Es hora de unirse en un sindicato digital».
Para más detalles sobre qué problemas surgen para los medios ucranianos y Facebook consultad el material hromadske (en ruso).
En el proyecto han trabajado Moisés Urbina, Vladimir Vásquez, Diana Gatskan, Igor Ionescu, Anatolye Eshanu, Andréi Muntian, Alina Radu, Pável Sverdlov, Masha Kolesnikova, Ksiusha Savóskina, Lisa Sivets, Yana Sedova, Natalia Tíjonova y Svetlana Kozlova
El material final conjunto ha sido publicado no solo aquí, sino también en las páginas web de todos los medios participantes: Confidencial, Ziarul de Gardă, Euroradio y hromadske.
Como resultado de este proyecto transatlántico, cada uno de los participantes no solo ha examinado en profundidad uno de los aspectos del tema de las corporaciones digitales y de los medios, sino que ha demostrado hasta qué punto son universales los problemas con los que se enfrentan los medios en esas dos regiones. A pesar de una situación política distinta, de las particularidades culturales, del idioma e incluso del continente, los medios independientes en Europa del Este y Centroamérica superan problemas muy similares. Por este motivo, el «sindicato digital», del que habla hromadske, puede muy bien ser transatlántico.
Colab Medios Project facilita la colaboración y cuenta la colaboración y el intercambio de experiencias entre los medios independientes de Europa del Este y Centroamérica.