Desde hace años, los medios atraviesan una profunda crisis política, tecnológica y financiera. En Quorum creemos que las respuestas a estos desafíos surgen en equipos diversos, incluyentes y colaborativos
Por Equipo de Quorum *
Desde el acoso y la persecución por parte de gobiernos y grupos poderosos, hasta la competencia desleal de los gigantes tecnológicos y las dificultades para conseguir financiamiento. El periodismo enfrenta serios problemas en todo el mundo, y en algunas regiones y países, como Centroamérica y Guatemala, son más profundos y crueles, al punto que pueden llegar a costar la vida a periodistas.
Así que, desde un tiempo para acá, pasamos de hacer solo el periodismo que nos apasiona —reportear, investigar y escribir— a buscar las claves para la supervivencia de la prensa independiente con modelos de negocios sostenibles. Eso lo teníamos claro cuando fundamos Quorum, en junio de 2021 y en plena pandemia.
Entonces hicimos una valoración de la ya complicada situación del periodismo y le sumamos la incertidumbre que trajo el coronavirus. Al final, nuestra apuesta por el periodismo pesó mucho más y eso nos movió a organizarnos. Trabajamos duro y creamos un nuevo medio independiente en Guatemala.
Sin planificarlo, fue diverso desde el principio. Pia Flores, Gabriel Woltke y Javier Estrada Tobar, con identidades, perfiles y profesiones distintas, unimos esfuerzos. Y también, naturalmente desarrollamos un sistema de trabajo colaborativo que es inclusivo por naturaleza. Utilizamos la escucha y el diálogo para valorar y tomar en cuenta los aportes de cada integrante del equipo.
Uno de los aprendizajes más importantes en este camino, que apenas empieza, es que la diversidad es fundamental en cualquier equipo. Significa abrirse a la oportunidad de entender cómo funciona la sociedad desde diferentes ángulos, perspectivas y experiencias. Eso es una necesidad para que los medios desde lo interno podamos trabajar de una forma más amplia y representativa, para crear productos que tengan mayor alcance e incidencia a nivel social y político.
Así la diversidad puede ser un salvavidas para los medios y organizaciones de comunicación. En un ambiente cada vez más hostil para la prensa independiente y para los derechos humanos, esos principios, puestos en práctica, son clave para desarrollar instituciones resilientes y creativas que puedan afrontar la adversidad.
Más que una solución
Cada vez hay más discusión y exposición sobre la inclusión en las instituciones públicas, empresas y ONG. En algunos casos se trata solo de un objetivo de negocio para atraer a un público cada vez más exigente con valores contemporáneos, aunque en lo interno no siempre se practica lo que se predica.
Pero no solo son principios importantes porque ayudan a aumentar las ventas o a solucionar los problemas de una organización. A un costado de esa visión utilitaria, también tienen un valor mucho más importante, que tiene que ver con la democratización de las instituciones. En el caso del periodismo, eso se refleja en las agendas editoriales.
Durante mucho tiempo, la propiedad y dirección de los medios de comunicación en Guatemala estuvieran copadas por las élites. Y por esa razón, las reflexiones, visiones de ideas de las élites eran las que dirigían las discusiones en las redacciones y dictaban las verdades en la prensa. Eso empezó a cambiar en los últimos años.
En Quorum tenemos la tarea de hacer periodismo desde la diversidad y para la diversidad. Y eso se tiene que reflejar en la selección de los temas que queremos investigar, los enfoques que vamos a utilizar, las fuentes a consultar, e incluso, los canales de comunicación con nuestras audiencias. No es una tarea sencilla.
En nuestra línea editorial dejamos claro que hacemos periodismo independiente, riguroso y accesible para todas y todos. Buscamos la verdad con integridad y respeto por la dignidad de todas las personas, sin excepciones. Creemos que los derechos humanos, la democracia y la diversidad son los pilares clave para la construcción de una sociedad justa, equitativa y libre.
Este tipo de disrupciones genera incomodidad en los grupos de poder, que no quieren perder sus privilegios. Y al mismo tiempo, es el costado más apasionante de la diversidad porque es el que puede representar un cambio significativo en la sociedad.
Para lograrlo tenemos que educarnos y deconstruirnos, e intentar quitarnos la ceguera que generan nuestros privilegios —si pertenecemos a grupos con algún privilegio— para comenzar a ver y reconocer las desigualdades que caracterizan nuestro entorno y la manera que afectan a las personas.
Los retos que tenemos por delante
El camino para ser un medio totalmente diverso que practique la inclusión es largo, y a veces imperfecto. Entre los retos que tenemos por delante, a cuatro meses de la creación de Quorum, no solo es construir equipos cada vez más diversos sino también generar los espacios adecuados para que cada una de esas voces realmente se refleje en nuestro trabajo final. También implica un interés constante por salir a buscar otras opiniones, otras miradas sobre la realidad y aprender de ellas.
Necesitamos dejar de suponer lo que creemos que piensan, saben y sienten las demás personas. Necesitamos salir, buscarlas y escucharlas con disposición a aprender. Debemos entender que nuestra función como periodistas no es ser la voz y hablar en nombre de las y los grupos oprimidos, nuestro deber es abrir los espacios necesarios para que sean escuchadas. Necesitamos democratizar el periodismo.
Podemos sensibilizarnos para aprender a abordar y comunicar estas desigualdades de una manera que no revictimiza, y también cuestionar a las autoridades e instituciones para que los temas que afectan a algunos grupos invisibilizados sean prioridad. Creemos firmemente que la diversidad y la inclusión no solo son un destino, sino también un camino en el periodismo independiente.
*Este texto fue escrito en consulta con todo el equipo de Quorum: Pía Flores, Maria Josse España, Carol Dardón, Gabriel Woltke, Herbeth Wotlke, Eduardo Rodríguez y Javier Estrada.